Quien haya ido a la escuela
difícilmente ignore la existencia de Atures, un raudal inmenso en el que
seguramente pudo inspirarse la figura del periódico ofrecida como torrente que
crece con la resistencia. La zona abrupta
y pedregosa de Atures atravesada en río como un dique consigue aumentar la
fuerza del Orinoco en forma tal que el resultado es una explosión de violencia
que achica y enmudece al más valiente.
Mapara o Adules le dicen los indios Maypure y los misioneros lo
configuran con el mitológico y terrible Dragón, protagonista de numerosas
leyendas y películas en las que siempre resulta vencido, especialmente si quien
suele enfrentarlo ostenta los poderes milagrosos de San Jorge, San Miguel o
Santa Marta. Los expedicionarios que
desde la época de la conquista hasta noviembre de 1951 se afanaron en
buscar las fuentes u origen del Río
Padre, se encogían de temor ante ese innavegable obstáculo de los Raudales de
Atures y Maypure. José Solano,
comisionado de límites, remontando el Orinoco en 1756 casi es convencido por
los sacerdotes jesuitas para que desistiese de la temeridad de pasar los
raudales, por lo menos, en sus barcos.
Pero el expedicionario fingió un
día ir a pescar y sin que misioneros e indígenas se percataran realizó la
proeza de atravesar los raudales y dicen las crónicas de la época que el Padre
Superior de los jesuitas, al conocer la noticia, dijo a Solano: “Me alegro que haya usted sujetado al Dragón
mientras estaba dormido que al despertar con las crecientes ha de bramar por
hallarse burlado”.
çç
No hay comentarios:
Publicar un comentario