En
el Hotel Guevara, ubicado entre la calle Igualdad y el entonces Paseo Falcón,
frente a la Cárcel Pública, se hospedó en 1905 el escritor Rufino Blanco
Bombona, recién nombrado Gobernador de Amazonas, a donde iba acompañado del
poeta Alfredo Arvelo Larriva, quien no pudo continuar el viaje a causa de un
lance trágico en el que perdió la vida el dueño del hotel.
El 5 de abril, entre las tres y las
cuatro de la tarde, se suscitó un violento altercado entre el poeta Alfredo
Arvelo Larriva y el señor José María Guevara, quien residía junto con la
familia en su hotel, además de una criada a la cual el poeta le “echaba
los perros”. Esto último, al
parecer, fue la causa de la desavenencia
un tanto agravada por ciertas intrigas.
Lo cierto es que el señor Guevara
montó en cólera, pidió al poeta que
desocupara inmediatamente la habitación y se marchara del hotel. Arvelo Larriva, quien se hallaba en una
situación precaria de salud en ese momento, no le quedó más alternativa que
hacerlo y cuando se dirigía a la puerta de salida con su maleta, apoyado en un
bastón, volvió a tropezarse con el señor Guevara. Entonces le reclamó los insultos de que fue
objeto y le tiró un bastonazo. Guevara
se le abalanzó, pero el poeta, más rápido, sacó un revólver y le disparó
dejándolo mortalmente herido.
Arvelo Larriva, de 22 años, fue conducido momentos después al Cuartel de
Policía y arrojado a un calabozo. Ningún
abogado quiso hacerse cargo de su defensa pues el pueblo estaba indignado dado
que el Señor Guevara era nativo y gozaba de aprecio. De Barinitas, de donde era el poeta, vino a
defenderlo el abogado Carlos Jiménez Rebolledo cuando el caso pasó a
Tribunales. El Fiscal doctor Cipriano
Fray Barrios pidió pena de 10 a 15 años. Ofició de acusador el doctor Luis
Natera Ricci, pero el juez ad hoc
doctor Wenceslao Monserrate Hermoso, vistos los alegatos del último defensor
del procesado, doctor Pablo Godoy Fonseca, fue condenado a ocho años de prisión
que terminó de cumplir en Zulia y Caracas.
En la Cárcel de Ciudad Bolívar escribió “Enjambre de rimas” su primer libro.
Al poco tiempo vino a hacerle compañía en la Cárcel su amigo Rufino
Blanco Fombona, tras un enfrentamiento el 24 de junio de 1905 con Víctor M. Aldana, cacique de Isla Ratón,
Territorio Federal Amazonas, quien dirigió una rebelión contra el Gobernador
Blanco Fombona, pero éste lo puso en fuga y persiguió hasta Ciudad Bolívar,
donde sorpresivamente se encontró con que el Presidente del Estado, general
Luis Valera y el Secretario General de Gobierno, Eliseo Vivas Pérez, habían
asumido una conducta de complicidad con Aldana, a quien le dieron protección y
facilidades para viajar a Caracas con una carta muy a su favor para el
Presidente de la República, general Cipriano Castro.
Cuando Blanco Fombona llegó a Ciudad
Bolívar, el 5 de julio, procurando la colaboración del Gobernador para detener
a Aldana, quien resultó preso fue él.
Llevado ante el Juez, el escritor aclaró la situación y denunció a
Aldana no sólo del delito de rebelión, sino de ser responsable de las muertes
del administrador de aduana, José Ignacio Díaz Matos, de Nicolás Sánchez y del
hijo de éste, según documento y lista de testigos que puso en manos del
magistrado.
El
Juez Molina terminó por ordenar la libertad de Blanco Fombona y dictar
auto de detención contra Aldana. Esto
provocó la ira del gobernador Luis Valera y consecuencialmente la destitución y
prisión del Juez, sustituido por otro de apellido Itriago, por supuesto, más
complaciente con los deseos del Gobernador.
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