martes, 18 de junio de 2013

Dos poetas de armas tomar

 En el Hotel Guevara, ubicado entre la calle Igualdad y el entonces Paseo Falcón, frente a la Cárcel Pública, se hospedó en 1905 el escritor Rufino Blanco Bombona, recién nombrado Gobernador de Amazonas, a donde iba acompañado del poeta Alfredo Arvelo Larriva, quien no pudo continuar el viaje a causa de un lance trágico en el que perdió la vida el dueño del hotel.
            El 5 de abril, entre las tres y las cuatro de la tarde, se suscitó un violento altercado entre el poeta Alfredo Arvelo Larriva y el señor José María Guevara, quien residía junto con la familia en su hotel, además de una criada a la cual el poeta le “echaba los perros”.  Esto último, al parecer,  fue la causa de la desavenencia un tanto agravada por ciertas intrigas.
            Lo cierto es que el señor Guevara montó en cólera,  pidió al poeta que desocupara inmediatamente la habitación y se marchara del hotel.  Arvelo Larriva, quien se hallaba en una situación precaria de salud en ese momento, no le quedó más alternativa que hacerlo y cuando se dirigía a la puerta de salida con su maleta, apoyado en un bastón, volvió a tropezarse  con el  señor Guevara.  Entonces le reclamó los insultos de que fue objeto y le tiró un bastonazo.  Guevara se le abalanzó, pero el poeta, más rápido, sacó un revólver y le disparó dejándolo mortalmente herido.
            Arvelo Larriva, de 22 años,   fue conducido momentos después al Cuartel de Policía y arrojado a un calabozo.  Ningún abogado quiso hacerse cargo de su defensa pues el pueblo estaba indignado dado que el Señor Guevara era nativo y gozaba de aprecio.   De Barinitas, de donde era el poeta, vino a defenderlo el abogado Carlos Jiménez Rebolledo cuando el caso pasó a Tribunales.  El Fiscal doctor Cipriano Fray Barrios pidió pena de 10 a 15 años. Ofició de acusador el doctor Luis Natera Ricci, pero el juez ad hoc doctor Wenceslao Monserrate Hermoso, vistos los alegatos del último defensor del procesado, doctor Pablo Godoy Fonseca, fue condenado a ocho años de prisión que terminó de cumplir en Zulia y Caracas.  En la Cárcel de Ciudad Bolívar escribió “Enjambre de rimassu primer libro.     
Al poco tiempo vino a hacerle compañía en la Cárcel su amigo Rufino Blanco Fombona, tras un enfrentamiento el 24 de junio de 1905 con  Víctor M. Aldana, cacique de Isla Ratón, Territorio Federal Amazonas, quien dirigió una rebelión contra el Gobernador Blanco Fombona, pero éste lo puso en fuga y persiguió hasta Ciudad Bolívar, donde sorpresivamente se encontró con que el Presidente del Estado, general Luis Valera y el Secretario General de Gobierno, Eliseo Vivas Pérez, habían asumido una conducta de complicidad con Aldana, a quien le dieron protección y facilidades para viajar a Caracas con una carta muy a su favor para el Presidente de la República, general Cipriano Castro.
            Cuando Blanco Fombona llegó a Ciudad Bolívar, el 5 de julio, procurando la colaboración del Gobernador para detener a Aldana, quien resultó preso fue él.  Llevado ante el Juez, el escritor aclaró la situación y denunció a Aldana no sólo del delito de rebelión, sino de ser responsable de las muertes del administrador de aduana, José Ignacio Díaz Matos, de Nicolás Sánchez y del hijo de éste, según documento y lista de testigos que puso en manos del magistrado.

            El  Juez Molina terminó por ordenar la libertad de Blanco Fombona y dictar auto de detención contra Aldana.  Esto provocó la ira del gobernador Luis Valera y consecuencialmente la destitución y prisión del Juez, sustituido por otro de apellido Itriago, por supuesto, más complaciente con los deseos del Gobernador.

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