La
prolongada presencia andina en la alta magistratura de la República se hacía
sentir en la provincia, a disgusto de los guayaneses, no sólo a través de los
Gobernadores sino también de la nomenclatura de calles, lugares y nombres de
obras públicas importantes como el
edificio escolar en la Ciudad Perdida que le pusieron el nombre de “Grupo
Escolar Estado Mérida” y la principal avenida de la ciudad para
entonces, bautizada con el nombre de Avenida Táchira. De allí este soneto de Juan del Mar publicado
inmediatamente después de su inauguración el 15 de febrero de 1941:
“Que hermosa y sugerente es la
avenida / Es una argéntea vía, tersa y bruñida / y como un rayo luminoso, recta
/ y en su ideológica prolongación perfecta / como una escala espiritual convida
/ a pasar sobre el Ande en la proyecta melena de granizo / y a la secta de
regionalismo incomprendido / murió al nacer un sentimiento vivo / de
bienhechora venezolanidad / porque los andinos y los orientales / no somos
pueblos como ayer rivales / hoy compartimos con fraternidad”<(AF)o:p>
No hay comentarios:
Publicar un comentario