El Carapacho de morrocoy o de tortuga fueron hasta el siglo pasado las viandas favoritas y tradicionales de Semana Santa Por el Puerto de Blohm llegaban poco antes de la Semana Mayor, las embarcaciones cargadas con tortugas arrau que es la típica del Orinoco. El Bachiller Ernesto Sifontes siempre las reportaba en su columna “Ogaño y Antaño” y en la del año 1958 decía que estaban entre 7 y 8 bolívares y que las había de todos los tamaños en el mercado.
En la playa del mercado las
encontraba tiradas boca arriba el parroquiano y había incluso quienes las
ofrecían sacrificadas. De este quelonio
nada se desaprovechaba. Además de su
carne proteica y exquisita, estaban sus huevos e incluso el carapacho, una vez
desecado, lo utilizaban para cargar arena o piedra, o bien, los muchachos para
deslizarse por las empinadas cuestas de la ciudad.
Los huevos de la tortuga dan un
aceite comparable al de oliva, utilizado como combustible y en la preparación
de alimentos desde los tiempos primitivos hasta la segunda década del siglo veinte.
El carapacho, una vez liberado del exquisito condumio, era disecado y utilizado por los muchachos embarcándose en él y deslizándose cuesta abajo por las empinadas calles del casco urbano hasta acuatizar en el Orinoco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario