jueves, 30 de mayo de 2013
EL FRACASADO PROYECTO DE UN FERROCARRIL
">Una de las promesas del General Marcelino Torres García al pueblo bolivarense cuando ascendió a la Gobernación era la construcción de un Ferrocarril que uniera a la ciudad capital
con el interior del estado, pero muy especialmente con el centro productor de oro. En tal sentido estimuló un proyecto
de manufactura inglesa, junio de 1920, que estuvo a punto de materializarse
luego de haber sido introducido en el Congreso un contrato celebrado entre los
Ministerios de Relaciones Interiores, Hacienda y Obras Públicas y el ciudadano
Jhon A. Browman para la construcción y explotación de un ferrocarril que
partiendo de San Félix pasara por Upata, Guasipati, El Callao y Tumeremo.
Este corrió con mala suerte y en
febrero de 1917 se estudió otra alternativa mediante la firma de un convenio
entre el Ejecutivo Federal y el señor Edgar A. Wallis para la construcción de
un Ferrocarril entre el Estado Bolívar y Delta Amacuro.
Wallis, súbdito inglés, en
representación de la Venezuela Mining Syndicate Ltd recibió la
concesión para construirlo y explotarlo durante 99 años. Sería tendido desde un punto cualquiera de la
margen derecha del Orinoco, aguas abajo del Puerto de San Félix, hasta la
región minera de El Callao, con derecho a prolongarlo hasta El Dorado, sobre el
Cuyuní. El punto de partida en el
Orinoco se elegiría si fuese posible en un lugar accesible en toda época del
año a buques trasatlánticos para carga y pasajeros.
La edición 8 de la revista “Venezuela
of today”, publicada en New York dio cuenta de ese proyecto e informó
en febrero de 1919 que los estudios ya concluidos marcaban la línea férrea
desde el puerto de Sacupana a la margen de Río Grande, cruzando luego la Sierra
Imataca y pasando por El Palmar, El Miamo y El Callao, para terminar en el río
Cuyuní, pero igualmente fue un proyecto más, sin resultados efectivos como el
de 1873 del general Francisco Monserratte, cuya concesión obtuvo de la Asamblea
Legislativa del Estado Soberano de Guayana.
Guayana no conocerá el ferrocarril sino a mediados del siglo veinte
cuando se inicia la explotación de los yacimientos de hierro de El Pao y del
Cerro Bolívar.
Lo cierto es que los bolivarenses, visto el fracaso del General, parodiaba este traba-lengua "R con R, cigarro; R con R, barril, el Ferrocarril de Marcelino se lo tragó el porvenir".(AF)
Lo cierto es que los bolivarenses, visto el fracaso del General, parodiaba este traba-lengua "R con R, cigarro; R con R, barril, el Ferrocarril de Marcelino se lo tragó el porvenir".(AF)
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