Antonio Lauro, estuvo muy conectado con
dirigentes políticos durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y en razón de
esa conexión fue perseguido y preso en la Cárcel Modelo de Pro Patria junto con
Leopoldo Sucre Figarella y sus hermanos Kiko y Guillermo; Antonio Lauro, Manuel
Adrianza, Antonio Estévez, Guillermo García
Ponce, Cesar Octavio Augusto Rojas, entre otros. Cesar, al igual que los
otros, tendría unos 25 años y militaba
en el PCV y me contó que nunca imaginó
que estos hombres, con el correr del tiempo destacarían como ministros,
embajadores, escritores, compositores y políticos. Qué iba imaginarse él, por
ejemplo, que aquel joven huraño y hermético llamado Leopoldo, que pasaba todo
el día leyendo, llegaría a ser el hombre fuerte de Guayana. Lo que si entreveía
era el porvenir como músicos y compositores de Lauro y Estévez, pues ambos
formaron un orfeón con los presos donde
Cesar se descubrió como barítono igual
que Carlos Gardel. El grupo polifónico comenzó por parodiar a “María
Moñito”. Después le entraron de lleno a los sonidos de protesta:
“Si Pedro Estrada muriera / todo
el mundo se alegrara / por lo menos los espías / los cabellos se arrancaran
/// Con la alpargata / dale al cabrón /
vuélvelo polvo / sin compasión/ (AF).
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