La
piedra del medio llamada “Orinocómetro” en razón de que por ella se guían los
ribereños para medir el nivel del río padre, también, al parecer, tiene
monstruos como Escila y Caribdis de las famosas Rocas Erráticas que
estremecieron las naves de Ulises mientras navegaba de regreso a su lejana y
amada Itaca.
La leyenda se teje desde algún
tiempo y el director de Radio Orinoco la revivió en un alarde de especulación
periodística que sacó la emisora de abajo colocándola en los primeros lugares
de sintonías.
Lo cierto es que por donde el Chino
León decía que aparecían los monstruos
de la piedra del medio absorbiendo como tromba todo cuanto por allí se acercaba,
habían desaparecido curiaras, nadadores y hasta una chalana llamada “La Múcura”
cargada de zorras se hundió por allí en la década del 50 y esto, por supuesto,
a través del tiempo dio pábulo a la imaginación popular tan sensible a las
homéricas fantasías de la Odisea.
Atraído por la leyenda llegó hasta Ciudad
Bolívar un barco del Instituto Oceánico de la UDO a detectar con sus sondas
ultrasónicas lo que pasaba por los alrededores de la Piedra y localizó una
depresión en forma de embudo que alcanza la increíble profundidad de 150
metros bajo el nivel del mar y, aguas
más arriba, justo bajo el tablero del Puente Angostura, otra fosa con
profundidad de 60 metros.
En estas dos fosas donde se
arremolinan las aguas del Orinoco podría estar la clave de los fantasmas de
Escila y Caribdis que pusieron a valer a la antigua emisora del Paseo Meneses.
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