A Juan Antonio Arreaza le dieron la baja
en 1954, cuando Pablo Neruda era objeto de grandes homenajes en Chile con
motivo de sus cincuenta años y ni pensaba venir a Venezuela porque aquí
gobernaba una junta militar que perseguía a los comunistas y el poeta cojeaba
por ese lado. Neruda pudo venir a Venezuela cinco años después, cuando ya había
caído la dictadura. Quería cantarle como
le cantó en un largo poema, al Río Orinoco.
El 15 de marzo de 1959 visitó Ciudad Bolívar junto con su esposa Matilde
Urrutia y ofreció un recital en el
auditorio del Liceo Peñalver al lado del guitarrista Alirio Días y del
escritor Miguel Otero Silva. Por la
noche el buró regional del PCV, entre ellos, Israel Lugo y José Díaz quisieron
ofrecer en la casa del partido un homenaje al camarada chileno, pero cuando
fueron por él a su hospedaje en el Hotel Bolívar, había desaparecido. Un adeco, en tono de broma pero tomado en
serio, dijo que lo “habían secuestrado” y se
formó la sanpablera. El Gobernador Diego
Heredia Hernández y el Director de Cultura José Simón Escalona, movilizaron los
cuerpos de seguridad y Neruda fue localizado caminando por la orilla del
Orinoco junto con los jóvenes estudiantes Enrique Aristeguieta y Antonio
Montes, sancionados después por la rigurosa disciplina del partido.(AF)
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