Santo Tomás, Patrono de Guayana
El primer patrono
de Guayana o de su Capital fue y lo sigue siendo Santo Tomás. Lo adoptó el fundador don Antonio de Berrío
porque el 21 de diciembre de 1595, cuando comenzó la fundación de la ciudad cabecera de la provincia, coincide
con el día que el santoral de la Iglesia Católica dedica a la veneración y
fiesta de ese santo propagador de la religión de Cristo. Por esa circunstancia onomástica, la Capital
de Guayana fue erigida y registrada oficialmente con el nombre de Santo
Tomás de la Guayana. En
numerosas escrituras aparece “Santo Tomé de Guayana” que
significa lo mismo en lengua portuguesa, acaso porque uno de los
lugar-tenientes de Berrío era un portugués llamado Álvaro Jorge? No debe entonces extrañar que una virgen de
origen portugués sea la patrona de Puerto Ordaz.
La imagen de Santo Tomás aún se
conserva y se puede apreciar en el altar de la nave izquierda de la
Catedral. Otra imagen, pero de mármol y con una expresión diferente, se
halla en el altozano de la misma iglesia.
Empero, no debe confundirse con Santo Tomás de Aquino, el teólogo
italiano. El de Guayana es Santo Tomás
el Apóstol, representado con una lanza y el hacha. En el arte cristiano los santos son
representados con un emblema que simboliza su abnegada existencia o el martirio
que sufrieron en la predicación del Evangelio y en defensa de la verdad eterna.
Como bien sabemos, Santo Tomás, fue
uno de los doce discípulos elegidos por Jesucristo para difundir su
doctrina. Fue el único que no vio a
Jesús inmediatamente después de la Resurrección, por incrédulo. “Si
no pongo mis dedos en el sitio de sus llagas no creeré” y a los ocho días se le apareció Cristo
junto a los demás y le dijo: “Tiende tu mano y no seas incrédulo. Dichosos los que sin ver creyeron”. Las escrituras guardan silencio sobre su vida
posterior. La tradición afirma que llegó
hasta la India y fue martirizado cerca de Madrás, donde se alza un monte que
lleva su nombre (AF).
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