Si bien Rivilla
era figura emblemática de la Semana de la Patria, también lo era
como abanderado en la campaña a favor de la creación de la Universidad de Oriente
que estudiantes orientales habían iniciado en Mérida en 1948 y no había podido
avanzar con la Dictadura debido a la
dispersión de los integrantes del Comité‚ luego de las graduaciones de 1953. La única llama viva de ese movimiento que
había tocado todos los estratos sociales, la representaba en Ciudad Bolívar el
pequeño comerciante del Mercado, don Tomás Rivilla, a quien los citadinos
conocían mejor como "El Negro de las Lamus". Rivilla tomó la campaña para
él y en compañía de su camarada, Florencio Pinto, caminó por todo el
Estado y el Oriente sumando firmas al pie de un documento que pedía al Gobierno
Nacional la creación de la Universidad de Oriente. Pero el Gobierno nacido de
un golpe contra Gallegos nunca quiso nada con las Universidades, principal foco
de rebelión contra el sistema político vigente; de manera que, al derrumbarse,
sólo quedaba la pancarta de Rivilla enarbolada en el frontispicio de su casa
frente al altozano de la Catedral: "Mi General, los guayaneses quieren
que le devuelvan su Universidad" El
General no la devolvió, tampoco su sucesor Wolfgang Larrazabal a pesar de su
origen carupanero. Correspondió al cumanés doctor Edgar Sanabria, ex-Rector de
la UCV y Presidente provisional, firmar el decreto 459 creando la Universidad
de Oriente, con sede en Cumaná y no en Ciudad Bolívar como bien quería el
quijote
don Tomás Rivilla y su escudero Florencio Pinto< (AF)
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